Músicos frente a la Guerra

Por Luis Machado Ordetx

Cuando el mundo fundamenta un perenne sentimiento pacifista y se opone a la malicia guerrerista que alienta sin fronteras la actual administración de los Estados Unidos, otra vez la melodía tierna, apasionada e inspiradora, creada por Beethoven —el primero de los compositores modernos—, refuerza la voluntad de los pueblos de no cejar por vivir en concordia y dentro de los aires de la soberanía nacional.Días atrás, publicaciones de todos los continentes reseñaron comentarios elogiosos del mensaje de paz sustentado por Daniel Barenboim —director hispano-argentino-israelí—, junto a la Orquesta West-Eastern Divan, emitido en un resonado concierto efectuado en la Plaza Mayor de Madrid.Allí se entonó la Novena Sinfonía de Beethoven, junto a la Oda a la Alegría    —escrita por Schiller—, con el ánimo de acallar, desde las posibilidades universales del arte, el ruido mortífero de las bombas y los estragos sufridos en El Líbano o en otras regiones del mundo.Fue un grito de rebeldía, tal como ocurre en voces honestas de la intelectualidad, desatado frente al hegemonismo y el expansionismo de la administración estadounidense y de sus acólitos mundiales.Barenboim, quien figura entre los directores orquestales más importantes del  mundo, está convencido de que la música, como «la más bella forma de lo bello», al decir de Martí, hermana a los hombres.Cuatro años atrás, junto al ya fallecido historiador palestino Edward Said, recibió el premio Príncipe de Asturias a la Concordia, y en 1999 fundó el Taller Diván, un programa cultural multinacional donde instrumentistas árabes, palestinos e israelíes se funden en coro y orquesta, en unión de españoles y latinoamericanos, para divulgar lo más significativo del espectro musical clásico y contemporáneo.Ese mensaje, similar al que otros artistas propagan por el mundo, se desplegará en los conciertos de verano, que, entre agosto y septiembre, hará Barenboin, acompañado del West-Eastern Divan y el Orfeón Donostiarra, por ciudades españolas, Estambul, El Cairo, París, Colonia, Berlín, Weimar y Milán.Allí se las verá con Sainz Alfaro, los solistas Camila Nylund, Waltraud Meir, Burkhard Ortiz y Christof Fischesser, y más de 90 músicos, interpretando un profuso repertorio sinfónico y de cámara con piezas inmortales, entre otros, de Bach, Mozart, Beethoven, Verdi, Sibelius, Tchaikovsky,  Mahler,  Schubert,  Wagner, y lo más importante residirá en el mensaje de paz, urgente para estos tipos, que insufla la música en el hombre.